COSAS QUE VER EN LISBOA: EL ELEVADOR DE SANTA JUSTA


Una instalación así no puede pasar desapercibida porque se ve desde muchos sitios. Y desde allí se ven muchos más lugares. Un dato importante: El ascensor de Santa Justa forma parte de la red de transporte público de la ciudad y no es necesario comprar billete para subir si estamos en posesión de la tarjeta Sete Colinas para uno o varios días. El precio del billete para este viaje se mete en los dos euros y no compensa pagarlo por separado, ya que con la tarjeta tenemos barra libre de transportes, incluyendo metro y tranvía, de modo que no hace falta hacer cola para pagar. El famoso elevador se encuentra en la Baixa, la zona baja de la ciudad.

La construcción tiene ya más de cien años y no es de Eiffel, sino obra de un ingeniero local. Inicialmente se trataba de comunicar el Barrio Alto con la zona baja de la ciudad, sobre todo para los que se desplazaban habitualmente y se les hacía incómoda la gran cuesta.

La torre y sus dos ascensores salvan un desnivel de casi cincuenta metros. No se puede visitar la ciudad y volver a casa sin haber subido en este impresionante ascensor. Las vistas son impagables y tiene hasta bar y todo. La última parte hay que subirla a pie por una estrechísima escalera helicoidal (de caracol) y se contemplan panorámicas de la ciudad, desde el mar hasta la colina de San Jorge y las plazas más cercanas. Últimamente estaba cortado el acceso hacia la plaza do Carmo, de modo que la función de comunicar barrios se ha sustituido por la mera visita turística.
Como la tarjeta de transporte nos permite subir y bajar ilimitadamente, sugiero repetir la visita en distintas horas del día, por ejemplo al mediodía y al atardecer. En invierno el horario del elevador llega hasta las 9 de la noche y en verano hasta las 11 de la noche.

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