Marvao. Entrando en Portugal por la provincia de Cáceres.
Para entrar en Portugal hay un montón de carreteras principales, como los tradicionales pasos de Tui, Verín, Badajoz, etc. Otros son menos populares, caso de Monçao y Miranda do Douro. El acceso al país vecino a través de la frontera con Cáceres no es muy utilizado para viajes internacionales pero sin embargo resulta muy interesante. A partir de Cáceres se sigue la N-521, que se halla en muy buen estado y nos lleva hasta Valencia de Alcántara, parada obligada porque se trata de una villa preciosa, con más aire portugués que español.
A partir de aquí enseguida entramos en territorio lusitano y tenemos que visitar por narices la ciudad histórica de Marvao, más que nada porque resulta irresistible vista desde lejos, ya que se alza en la cima de un monte y como siempre, los lugares más atractivos están en sitios empinados o en la costa.
Desde Cáceres a Marvao se llega en poco más de hora y media de viaje sin sobresaltos y resulta una excursión muy cómoda si nos hallamos en la capital provincial y queremos una excursión a Portugal en el día. A pocos minutos de Marvao tenemos una interesantísima población llamada Castelo de Vide, con su castillo y todo. Esta pequeña ciudad portuguesa merece una visita por sí misma y cuenta con un interesante patrimonio monumental. A partir de Castelo de Vide la cosa ya pierde algo de interés y la carretera nos llevará a enlazar con la autopista que procede de la frontera con Salamanca y se dirige a Lisboa, aunque algunos tramos de carretera permiten seguir el curso del río Tajo. Otra opción es bajar hacia el Sur por Portalegre y Estremoz, ciudades alentejanas con mucho encanto.
Yendo al grano, Marvao es probablemente una de las diez villas históricas más atractivas de Europa. La ubicación con vistas panorámicas es impagable. La restauración del casco histórico llama la atención por lo meticuloso de su ejecución. Por cierto que hay un enorme parking a la entrada aunque también se puede entrar con el coche por la estrecha puerta que da acceso al recinto amurallado. En la oficina de turismo atienden de maravilla.
Un lugar así tiene una finalidad fundamentalmente militar, como bastión defensivo ante invasiones. La Historia se pasea por las calles de Marvao y sus viviendas se encuentran en óptimo estado de conservación. Hay cuestas y merece la pena perderse por las callejuelas. Por lo visto el origen de la fortificación es árabe. Tampoco se trata de aprenderse rollos sobre el lugar porque lo que cuenta es la experiencia de la vista y una vez que te vas te olvidas de fechas y otros datos.
A partir de aquí enseguida entramos en territorio lusitano y tenemos que visitar por narices la ciudad histórica de Marvao, más que nada porque resulta irresistible vista desde lejos, ya que se alza en la cima de un monte y como siempre, los lugares más atractivos están en sitios empinados o en la costa.
Desde Cáceres a Marvao se llega en poco más de hora y media de viaje sin sobresaltos y resulta una excursión muy cómoda si nos hallamos en la capital provincial y queremos una excursión a Portugal en el día. A pocos minutos de Marvao tenemos una interesantísima población llamada Castelo de Vide, con su castillo y todo. Esta pequeña ciudad portuguesa merece una visita por sí misma y cuenta con un interesante patrimonio monumental. A partir de Castelo de Vide la cosa ya pierde algo de interés y la carretera nos llevará a enlazar con la autopista que procede de la frontera con Salamanca y se dirige a Lisboa, aunque algunos tramos de carretera permiten seguir el curso del río Tajo. Otra opción es bajar hacia el Sur por Portalegre y Estremoz, ciudades alentejanas con mucho encanto.
Yendo al grano, Marvao es probablemente una de las diez villas históricas más atractivas de Europa. La ubicación con vistas panorámicas es impagable. La restauración del casco histórico llama la atención por lo meticuloso de su ejecución. Por cierto que hay un enorme parking a la entrada aunque también se puede entrar con el coche por la estrecha puerta que da acceso al recinto amurallado. En la oficina de turismo atienden de maravilla.
Un lugar así tiene una finalidad fundamentalmente militar, como bastión defensivo ante invasiones. La Historia se pasea por las calles de Marvao y sus viviendas se encuentran en óptimo estado de conservación. Hay cuestas y merece la pena perderse por las callejuelas. Por lo visto el origen de la fortificación es árabe. Tampoco se trata de aprenderse rollos sobre el lugar porque lo que cuenta es la experiencia de la vista y una vez que te vas te olvidas de fechas y otros datos.