¿TE GUSTA CAMINAR JUNTO AL MAR? DESDE OPORTO HACIA EL NORTE
Me gusta hacer rutas de senderismo pero procuro evitar los desniveles y el calor. Para ello nada mejor que caminar sobre llano y junto al mar. Eso es algo muy sencillo si estamos en la zona costera norte de Portugal.
Saliendo de la Baixa de Oporto, junto al río Duero, tenemos un paseo urbano hasta Matosinhos que es toda una gozada. Pero ahí no se acaba la cosa. Una vez en Matosinhos se puede continuar hacia Leça da Palmeira, lo cual nos obliga a dar un pequeño rodeo, ya que existe un puente levadizo que comunica ambas poblaciones. Para que se vea más claro, añado imagen.
Como se puede ver, necesitamos pasar por ese puente para acceder a Leça y su playa. Si vamos desde Oporto, podemos llegar en metro a la parada Mercado. Tras un breve paseo por la zona urbana de Leça, accedemos a la playa y a partir de ahí la ruta sigue por paseo marítimo con aceras y pasarelas de madera. Es muy importante tener en cuenta que vamos a ir todo el tiempo por la costa, pegados a pueblos que tienen muy malos accesos a la carretera nacional, por lo que deberemos calcular cuándo queremos dar la vuelta, ya que los regresos en transporte público no son nada sencillos. La ruta seguirá cómodamente hasta Vila do Conde, con un buen surtido de playas en las que abundan los chiringuitos y las terrazas, con bares y restaurantes muy próximos, de modo que reponer fuerzas y descansar serán siempre muy factibles. Si nos animamos mucho, el recorrido de unos 20 km a pie se puede hacer en cuatro o cinco horas con paradas. A la llegada a Vila do Conde la senda de senderismo y ciclismo desaparece y se convierte en un camino que nos lleva a la ciudad. También hay que cruzar un puente para llegar a ella y si queremos coger el metro de vuelta hay que tomar la primera calle a la derecha tras pasar el puente.
En la parte inferior derecha de la imagen vemos el fin de recorrido por playa y la ruta que debemos tomar para acceder a Vila do Conde. En la parte superior derecha tenemos el puente de entrada a la ciudad y que nos permitirá regresar a Oporto en metro. A la izquierda está nuevamente el litoral que nos conduciría hacia Povoa de Varzim. En ese tramo se camina por acera embaldosada y hay carril bici exclusivo. El paseo marítimo desde Vila do Conde a Povoa es la ruta del colesterol para los habitantes de ambas poblaciones costeras. Si estás en cualquiera de las dos, no te pierdas el frecuentadísimo paseo lleno de bares, restaurantes y cafeterías. Y si te alojas en Povoa, hay 15 km hacia el norte también paseables junto al mar hacia Esposende. No obstante, al llegar a Ofir, un nuevo cauce fluvial nos obliga a tomar un puente hacia Esposende. De Esposende a Viana do Castelo la cosa se complica porque a medio camino existe una desembocadura que no podremos cruzar, ya que no existe puente en bastantes kilómetros. Si estamos alojados en Esposende, el paseo hacia el norte es muy recomendable. Desde Viana do Castelo hay que coger el coche para ir a la playa de Cabedelo y dirigirse por la línea costera hacia el sur.
La cosa mejora bastante si partimos desde Viana do Castelo hacia el norte. Ojo porque el punto de partida de la ruta está lejos del centro, junto al restaurante Scala. 15 km nos separan de Vila Praia da Áncora. Por esta zona el sendero ya es más serpenteante y con leves desniveles. Ojo porque no encontraremos locales de hostelería hasta llegar a destino. Como compensación, las vistas son sorprendentes y el relieve costero se hace más agreste. Disfrutaremos de la contemplación de los molinos de Montendor, toda una pequeña gozada. Se puede regresar a Viana en tren, con lo que no haría falta planificar ida y vuelta caminando, pero sin olvidar unas botellitas de agua para refrescarse.
La cosa se complica un poco desde Vila Praia a Caminha, pero no es grave. Primero hay un tramo cómodo hasta la playa de Moledo, pero el resto hacia el norte lo hay que hacer por la arena de la playa, sin pasarelas ni aceras. Desde Caminha a Vila Nova de Cerveira se rompe la continuidad. El recorrido ya es fluvial y en la otra orilla estará siempre España. Desde Caminha es imperativo salir por carretera y la cosa no tiene gracia. Poco antes de Vila Nova de Cerveira se retoma la senda y desde Vila Nova a Valença tenemos 17 km de senda fluvial perfectamente señalizada, con regresos en tren posibles, tanto si vamos hacia el sur desde Valença como si nos movemos hacia el norte desde Vila Nova de Cerveira. Para los amantes de los paseos en bici, la ruta no se detiene ahí sino que sigue junto al Miño hasta Monçao, justo frente a la localidad gallega de Salvaterra do Miño.
En total, un ruta que se puede hacer por etapas alternando alojamientos o bien accediendo diariamente en coche y regresando en tren o bien empezando con el tren para acabar a pie.
Convendría que se solucionaran las dos rupturas de la ruta para que todo fuera perfecto. Los que quieran disfrutar de su circuito de jogging con brisa marina lo tienen genial. Los que quieran simplemente pasear con buenas vistas y aire fresco encontrará un auténtico paraíso.
La experiencia puede completarse con el paseo marítimo entre Vila Nova de Gaia y Espinho, de unos 20 km en dirección sur. Desde Oporto hay que cruzar el Duero por el puente Dom Luiz y luego caminar por la margen izquierda del río hasta la desembocadura. A partir de ahí el perfil es plano y con plataforma reservada para bicicletas hasta la ciudad de Espinho. Los regresos en tren son frecuentes y el viaje ferroviario solo dura media hora.
Saliendo de la Baixa de Oporto, junto al río Duero, tenemos un paseo urbano hasta Matosinhos que es toda una gozada. Pero ahí no se acaba la cosa. Una vez en Matosinhos se puede continuar hacia Leça da Palmeira, lo cual nos obliga a dar un pequeño rodeo, ya que existe un puente levadizo que comunica ambas poblaciones. Para que se vea más claro, añado imagen.
Como se puede ver, necesitamos pasar por ese puente para acceder a Leça y su playa. Si vamos desde Oporto, podemos llegar en metro a la parada Mercado. Tras un breve paseo por la zona urbana de Leça, accedemos a la playa y a partir de ahí la ruta sigue por paseo marítimo con aceras y pasarelas de madera. Es muy importante tener en cuenta que vamos a ir todo el tiempo por la costa, pegados a pueblos que tienen muy malos accesos a la carretera nacional, por lo que deberemos calcular cuándo queremos dar la vuelta, ya que los regresos en transporte público no son nada sencillos. La ruta seguirá cómodamente hasta Vila do Conde, con un buen surtido de playas en las que abundan los chiringuitos y las terrazas, con bares y restaurantes muy próximos, de modo que reponer fuerzas y descansar serán siempre muy factibles. Si nos animamos mucho, el recorrido de unos 20 km a pie se puede hacer en cuatro o cinco horas con paradas. A la llegada a Vila do Conde la senda de senderismo y ciclismo desaparece y se convierte en un camino que nos lleva a la ciudad. También hay que cruzar un puente para llegar a ella y si queremos coger el metro de vuelta hay que tomar la primera calle a la derecha tras pasar el puente.
En la parte inferior derecha de la imagen vemos el fin de recorrido por playa y la ruta que debemos tomar para acceder a Vila do Conde. En la parte superior derecha tenemos el puente de entrada a la ciudad y que nos permitirá regresar a Oporto en metro. A la izquierda está nuevamente el litoral que nos conduciría hacia Povoa de Varzim. En ese tramo se camina por acera embaldosada y hay carril bici exclusivo. El paseo marítimo desde Vila do Conde a Povoa es la ruta del colesterol para los habitantes de ambas poblaciones costeras. Si estás en cualquiera de las dos, no te pierdas el frecuentadísimo paseo lleno de bares, restaurantes y cafeterías. Y si te alojas en Povoa, hay 15 km hacia el norte también paseables junto al mar hacia Esposende. No obstante, al llegar a Ofir, un nuevo cauce fluvial nos obliga a tomar un puente hacia Esposende. De Esposende a Viana do Castelo la cosa se complica porque a medio camino existe una desembocadura que no podremos cruzar, ya que no existe puente en bastantes kilómetros. Si estamos alojados en Esposende, el paseo hacia el norte es muy recomendable. Desde Viana do Castelo hay que coger el coche para ir a la playa de Cabedelo y dirigirse por la línea costera hacia el sur.
La cosa mejora bastante si partimos desde Viana do Castelo hacia el norte. Ojo porque el punto de partida de la ruta está lejos del centro, junto al restaurante Scala. 15 km nos separan de Vila Praia da Áncora. Por esta zona el sendero ya es más serpenteante y con leves desniveles. Ojo porque no encontraremos locales de hostelería hasta llegar a destino. Como compensación, las vistas son sorprendentes y el relieve costero se hace más agreste. Disfrutaremos de la contemplación de los molinos de Montendor, toda una pequeña gozada. Se puede regresar a Viana en tren, con lo que no haría falta planificar ida y vuelta caminando, pero sin olvidar unas botellitas de agua para refrescarse.
La cosa se complica un poco desde Vila Praia a Caminha, pero no es grave. Primero hay un tramo cómodo hasta la playa de Moledo, pero el resto hacia el norte lo hay que hacer por la arena de la playa, sin pasarelas ni aceras. Desde Caminha a Vila Nova de Cerveira se rompe la continuidad. El recorrido ya es fluvial y en la otra orilla estará siempre España. Desde Caminha es imperativo salir por carretera y la cosa no tiene gracia. Poco antes de Vila Nova de Cerveira se retoma la senda y desde Vila Nova a Valença tenemos 17 km de senda fluvial perfectamente señalizada, con regresos en tren posibles, tanto si vamos hacia el sur desde Valença como si nos movemos hacia el norte desde Vila Nova de Cerveira. Para los amantes de los paseos en bici, la ruta no se detiene ahí sino que sigue junto al Miño hasta Monçao, justo frente a la localidad gallega de Salvaterra do Miño.
En total, un ruta que se puede hacer por etapas alternando alojamientos o bien accediendo diariamente en coche y regresando en tren o bien empezando con el tren para acabar a pie.
Convendría que se solucionaran las dos rupturas de la ruta para que todo fuera perfecto. Los que quieran disfrutar de su circuito de jogging con brisa marina lo tienen genial. Los que quieran simplemente pasear con buenas vistas y aire fresco encontrará un auténtico paraíso.
La experiencia puede completarse con el paseo marítimo entre Vila Nova de Gaia y Espinho, de unos 20 km en dirección sur. Desde Oporto hay que cruzar el Duero por el puente Dom Luiz y luego caminar por la margen izquierda del río hasta la desembocadura. A partir de ahí el perfil es plano y con plataforma reservada para bicicletas hasta la ciudad de Espinho. Los regresos en tren son frecuentes y el viaje ferroviario solo dura media hora.