¿Por qué no os vais todos a Tomar..?

Pues eso, que sería buena idea que os fuerais a Tomar, al menos durante unas horas. El sitio mola y eso lo ignoran miles de turistas españoles. Tomar es una pequeña villa que suele pasar desapercibida a pesar de ser uno de los hitos templarios mundiales. Para hacernos los finos, mejor pronunciar "Tumare", haciendo que la última vocal casi no suene. 

Lo bueno de Tomar es que no hay follones ni aglomeraciones. Por otra parte, tampoco tiene muchos servicios hoteleros y hosteleros. La visita da para un día y poco más. Eso implica que se aparca gratis con facilidad y nadie te va a dar la lata. 

A Tomar se va a ver el Convento de Cristo, con su famosa ventana manuelina, probablemente la más bella del mundo.

El parque forestal de las siete colinas es toda una delicia y permite pasar horas en un ambiente de relajación. La visita del convento la tenemos disponible todos los días por 6 euros.

No voy a contar nada que no se sepa ya sobre Tomar y su herencia templaria. Solo comentar que si bajamos por la A-23 que viene de la frontera con Salamanca, deberíamos subir por la A-13 que va hacia Coimbra para hallar el desvío a Tomar. Si andamos por la zona de Batalha y Alcobaça, la carretera IC-9 nos lleva directos a Tomar.

Si estamos en Lisboa, tenemos tren directo a Tomar cada hora. Lo malo es que son dos horas de viaje en cada sentido y 20 euros ida y vuelta de coste.

Aún así el desvío merece la pena. Tomar está muy cerca de Fátima, por ejemplo. Como excursión de un día desde Lisboa, resulta muy agradable. Tomar es uno de esos pueblos con gran encanto, cargado de historia y con mucho que ofrecer al viajero que huye de la masificación en busca de lugares auténticos.

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