PORTUGAL ES UN PAÍS ESPANTOSO DONDE LA GENTE VIAJA EN CARROS Y SE PASA EL DÍA LIGANDO.
Los asturianos podemos denominar como "repugnante" a una persona poco amistosa y sin embargo es posible que otros españoles lo interpreten al pie de la letra. Sin salir del país ya nos podemos confundir un poco. Pues bien, los portugueses arreglan sus coches en oficinas (talleres), comen con talheres (cubiertos), pueden meter a cuarenta personas en camioneta (autobús) y no les gusta que les digan que su comida está exquisita (extravagante). Además se limpian la boca con una escova (cepillo).
Los que tenemos algo en común con Portugal sí entendemos rápidamente palabras como "pescoço" (pescuezo, cuello para los asturianos) o "rapazes" (niños). Para los gallegos la semántica es todavía más sencilla.
A los portugueses no les apetece comer setas (flechas) y para ellos echar salsa en la comida es ponerle perejil.
Para ellos también hay falsos amigos y es normal que digan que tienen una "habitación" cuando intentan hablar en español y en realidad se refieren a que tienen una vivienda. Y si un portugués va a pegar a su pareja, es que va a agarrarse a ella.
Por cierto que en Portugal a los presuntos los cuelgan sin juicio ni presunción de inocencia. Luego los cortan a cuchillo en lonchas y se los comen. Y es que los presuntos son... jamones.