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Hace unos meses que tuve el placer de pernoctar en Ericeira, concretamente en el óptimo hotel Vila Galé. Quedé muy impresionado por el encanto de la villa. No sólo hay una gran zona peatonal en la parte antigua sino que todo parece sacado de un cuento de hadas. Una limpieza obsesiva, una decoración elegante en el mobiliario urbano y colores de ensueño definen Ericeira como uno de los pueblos marineros más hermosos de Europa. Pasear por las callejuelas a la caida del sol no tiene precio. Ericeira está a dos patadas de Lisboa y Sintra, dentro del municipio de Mafra. Como suele ocurrir en esta costa atlántica, las playas son más para surf que para baños. Hay una clientela compuesta de turistas extranjeros de alto poder adquisitivo y bastante buen gusto, que son los que siempre nos encontramos en los lugares que destacan por encima de los demás. Los accesos han mejorado mucho y ahora Ericeira dispone de buena comunicación con el resto del país. Mi recomendación para el viajero es pasar a

Sintra es uno de los lugares más bellos del universo, sin duda . No sólo por la exhuberante naturaleza sino también por sus edificaciones. Aquí se han filmado muchas películas. A poco más de media hora de Lisboa está esta caja de sorpresas conocida por su bosque, el Palacio de la Pena o el Castillo de los Moros. El sitio da para mucho. Y por si fuera poco, podemos visitar la Quinta da Regaleira, todo un universo de símbolos y metáforas. A finales del siglo XIX el excéntrico millonario Augusto Carvalho Monteiro encargó la remodelación de la edificación original, de 1697. El resultado es arquitectonicamente muy rico con mezcla de estilos y de gran originalidad. Castillos en ruínas, jardines sin salida, mansiones com alas desiertas y corredores oscuros, criptas ocultas y subterrâneos húmedos, pasajes secretos y puertas prohibidas a través de las cuales se adivina la presencia de los espíritus son los ingredientes de este escenario gótico. A-Entrada de los guardianes y terraza celeste. B